Competencias digitales: requisito indispensable para el siglo XXI
A medida que los conceptos de Nuevo Trabajo y Trabajo 4.0 se afianzan, el sector de RRHH es cada vez más consciente de que el mundo laboral está experimentando una gran transformación. Con la digitalización no solo afloran nuevas oportunidades de empleo y nuevos perfiles laborales, nuestra vida profesional en su conjunto también es cada vez más compleja, rápida e imprevisible.
Sin embargo, muchos se sorprenden de la magnitud de esta tranformación al verla reflejada en cifras. Por ejemplo, en su reunión anual de 2020, el Foro Económico Mundial estimó que más de mil millones de personas tendrán que reciclarse de aquí a 2030. Esto de debe a que que casi un tercio de todos los puestos de trabajo del mundo experimentarán un gran cambio debido al uso de las tecnologías digitales y la inteligencia artificial.
Esta organización también predijo que el 42% de las competencias básicas necesarias para desempeñar los trabajos actuales tendrán que adaptarse a la digitalización. Es evidente que al aprendizaje práctico le cuesta seguir el ritmo de los avances tecnológicos. Por ello, pensando en el futuro, se necesitan reforzar ciertas competencias priorizando las habilidades digitales sobre el resto.
Alvin Toffler, futurólogo estadounidense, 1928-2016
¿Qué son las competencias digitales?
Desde el punto de vista de los recursos humanos, fomentar las competencias digitales podría suponer flexibilizar la gestión de personal, contar con herramientas de RRHH de última generación o incluso diseñar programas personalizados de aprendizaje continuo, la lista es interminable. De este modo, los empleados podrían adquirir, a su propio ritmo, nuevas habilidades de forma autónoma que les permitiesen afrontar con confianza y eficacia los nuevos nuevos retos que plantee su trabajo diario. A simple vista esto puede parecer muy lógico, pero sigue sin explicar qué tipo de conocimientos técnicos deben fomentarse realmente en el curso de la digitalización.
El Diario Oficial de la Unión Europea, 2018/C 189/9, arroja algo de luz sobre el asunto, o más concretamente, lo hace su definición de "competencias digitales":
"Las competencias digitales implican el uso seguro, crítico y responsable de las tecnologías digitales y el compromiso con ellas para la formación, el trabajo y la participación en la sociedad. Abarca la alfabetización informativa y de datos, la comunicación y la colaboración, la alfabetización mediática, la creación de contenidos digitales (incluida la programación), la seguridad (incluido el bienestar digital y las competencias relacionadas con la ciberseguridad), las cuestiones relacionadas con la propiedad intelectual, la resolución de problemas y el pensamiento crítico."
Las competencias digitales son transversales
En el contexto laboral diario, estaríamos ante un conjunto de competencias básicas para posibilitar que los empleados, de cualquier rango, afronten los retos actuales y futuros que puedan surgir con el avance la digitalización.
No se trata sólo de aptitudes específicas o de experiencia en el manejo de nuevas tecnologías y productos digitales. Se trata de un amplio conjunto de habilidades blandas (soft skills) en áreas específicas como la gestión de la carga de trabajo, la comunicación, la creación de redes, la empatía o la curiosidad, por no hablar de la toma de decisiones y la capacidad de adaptación. Competencias que ayudarán a los empleados a superar los retos que plantea la digitalización y que no pueden enseñarse de forma arbitraria y aislada.
El siguiente modelo muestra qué soft skills desempeñan un papel esencial a la hora de abordar la digitalización:
Competencias personales |
Habilidades proactivas |
Habilidades sociales y comunicativas |
Habilidades técnicas y metodológicas |
Tener valores: Actuar según los valores ágiles |
Toma de decisiones: Tomar decisiones rápidamente haciendo uso de sistemas digitales |
Resolución de problemas: Resolver con éxito problemas empleando sistemas digitales |
Organización: Superar activamente y con éxito los retos planteados, con la ayuda de sistemas digitales |
Responsabilidad: Actuar con responsabilidad al hacer uso de sistemas digitales |
Voluntad de actuar / Iniciativa: Buena predisposición a la hora de realizar las tareas que requieren el uso de sistemas digitales |
Trabajo en equipo: Desarrollar soluciones en proyectos colaborativos |
Actitud sistemática y metódica: Alcanzar los objetivos previstos de forma sistemática y metódica con la ayuda de sistemas digitales. |
Autogestión: Capacidad de organizar la propia carga de trabajo con la ayuda de sistemas digitales |
Coherencia: Actuar con lógica empleando sistemas digitales |
Capacidad de adaptación: Adecuarse o adaptarse a las personas y al cambiante contexto actual (transformación digital) |
Anticipación: Reconocer de antemano las consecuencias de las decisiones a tomar |
De acuerdo con la definición anterior, las competencias digitales constituyen un conjunto de diversas habilidades básicas que garantizan que el individuo en cuestión tenga confianza y sea crítico a la hora de hacer uso de las tecnologías digitales. En concreto, las utilizadas para obtener información, comunicarse o resolver problemas.
Mientras trabajan, realizan proyectos o se comunican con su equipo, las personas necesitan refrescar con frecuencia conocimientos ya aprendidos. Por ello, no basta con transmitir muchos conocimientos de una sola vez y esperar que los alumnos retengan todos y cada uno de ellos. También es importante que el personal sepa cómo puede acceder a la información o a los conocimientos que necesitan, ya sea en línea, en la intranet o a través de medios digitales. ¿Qué requisitos debo cumplir? ¿A quién recurro? ¿Qué necesito para hacerlo? ¿Cómo funcionan mis herramientas digitales? Basta con saber qué es lo que no se sabe, sin olvidar la dosis de inteligencia digital necesaria para poder suplir esa carencia de conocimiento rápidamente, en el momento de necesidad.
Desarrollar competencias digitales en 3 pasos
A la hora de desarrollar competencias digitales dentro de una empresa, es aconsejable utilizar el modelo mostrado anteriormente como guía. Una vez que se haya analizado qué competencias deben desarrollarse o facilitarse "a demanda" al personal para que pueda avanzar, conviene optar por una combinación de varios métodos:
Puestos en práctica, los siguientes tres pasos te ayudarán a establecer un sistema que potencie las habilidades digitales de tus empleados:
- Examinar el estado actual de las competencias digitales para identificar y analizar las oportunidades.
- Equilibrar la carencia de competencias mediante el desarrollo y la contratación de personal.
- Crear un entorno de trabajo adecuado que haga posible a la empresa aprovechar las competencias digitales de los empleados en un futuro próximo.
Los seminarios y talleres son útiles cuando el objetivo es enseñar habilidades de comunicación o técnicas de autoorganización. Sin embargo, estos modelos de aprendizaje no son universales, por lo que no encajan en ciertas situaciones. Otras veces, es mejor optar por una combinación de, por ejemplo, enseñanza presencial y e-Learning, aprendizaje combinado o apoyo al rendimiento en el trabajo. En cualquier caso, lo fundamental es un concepto educativo que ayude al personal a pasar del aprendizaje formal, supervisado por otra persona, al aprendizaje informal y autónomo. Esto garantiza que todos los miembros de la plantilla reciben el mismo apoyo, independientemente de sus conocimientos previos y de las posibles diferencias generacionales.
Estos pasos constituyen un ciclo dinámico que puede ayudar a las empresas a reajustarse cuando se producen cambios importantes. Es conveniente detectar, en cada etapa de la trayectoria profesional de los empleados, si un miembro del personal carece de ciertas habilidades esenciales para así poder desarrollarlas a tiempo. Las habilidades también deben determinarse durante el proceso de contratación. Adoptar esta medida garantizará que las nuevas contrataciones cuenten de antemano con la mayoría de las competencias deseadas y, a su vez, que toda la plantilla reciba una formación continua y estructurada dentro o fuera del trabajo.
Crear las condiciones adecuadas
Cuando se trata de competencias digitales, contar con las condiciones adecuadas en el lugar de trabajo es tan importante como combinar correctamente el análisis de competencias y la formación, ya que influirá de forma decisiva en el uso de las competencias adquiridas en la práctica y en su desarrollo de forma autónoma, así como en su frecuencia de uso.
La tecnología debe ajustarse al campo de la actividad y mantenerse actualizada. Teniendo esto en cuenta, merece la pena deshacerse de las tecnologías obsoletas para que las innovaciones digitales se desplieguen rápidamente y obtengan un nivel alto de aceptación.
Para adquirir y desarrollar las competencias digitales de forma continuada, los empleados no sólo necesitan recibir la formación adecuada, sino también contar con el tiempo necesario para poder darles uso. Aunque muchas empresas comprenden la gravedad de la situación, siguen sin dar la suficiente importancia a esta formación básica y continua. De hecho, una encuesta de Bitkom, asociación alemana de la industria, muestra que siete de cada diez profesionales creen estar poco preparados para el futuro. ¿La causa? La falta de tiempo para poder realizar la formación que se les ofrece en el trabajo y que busca enseñarles cómo utilizar las nuevas tecnologías digitales.
Conclusión
En resumen, las compañías deben afrontar varios retos a la hora de desarrollar las competencias digitales de sus empleados. Asimismo, este proyecto debe suponer un esfuerzo dirigido y duradero y no un intento a medias. Al fin y al cabo, se trata de una valiosa inversión para el futuro de la empresa.