Trabajos esenciales: ¿empleados bajo la lupa?
Durante la crisis del coronavirus, se ha hecho más evidente lo que siempre ha sido un hecho: el valor añadido que asegura una prosperidad sin precedentes para nuestra sociedad lo proporcionan en gran medida grupos profesionales muy específicos. Sin los trabajos esenciales para el sistema en el ámbito del cuidado de la salud, la venta al por menor, la producción o la logística, la vida pública se paralizaría. Y para las propias empresas, las profesiones en primera línea también son vitales para su supervivencia.
Cómo el apoyo al rendimiento potencia a los establecimientos físicos para el siglo XXI
¿Los trabajadores y trabajadoras esenciales están en desventaja?
Al mismo tiempo, la importancia de estos grupos profesionales contrasta fuertemente con la estima que se les tiene en tiempos "normales". Las empleadas de supermercado por ejemplo, reciben por lo general un salario menor que sus colegas en los puestos de trabajo de oficina. Estos trabajadores y trabajadoras esenciales a menudo están solos a la hora de solucionar cuestiones impredecibles que requerirían un conocimiento experto, como sucede por ejemplo con las nuevas regulaciones de higiene introducidas en esta situación de pandemia, la introducción del pago sin contacto o la aplicación de las normas de distancia física. Para ciertos problemas, no tienen soluciones a mano, porque no hay tiempo para iniciativas de formación como cursos o aprendizaje electrónico en la vida laboral cotidiana. Además, las personas que están en primera línea apenas tienen oportunidades de ofrecer su punto de vista. Como resultado, sus necesidades rara vez son tenidas en cuenta por las empresas. La falta de apoyo y la consiguiente falta de apreciación conduce a la frustración. La calidad del trabajo se resiente, la productividad disminuye y la satisfacción del cliente se ve afectada en última instancia.
Los departamentos de RR.HH. tienen una responsabilidad especial
Durante la crisis de la COVID-19, se creó la impresión de que esas omisiones debían compensarse a corto plazo mediante bonus y un reconocimiento por parte de la sociedad. Sin embargo, si queremos que la realidad laboral de los grupos ocupacionales esenciales cambie y se mantenga en un largo plazo, las empresas tendrán que adoptar una actitud diferente hacia estos empleados en el medio plazo.
David Graeber
En este contexto, los departamentos de recursos humanos y los centros de enseñanza tienen una responsabilidad especial, ya que son el nexo entre las necesidades de los empleados y los objetivos de la organización. No hace falta decir que un cambio así no es fácil e implica una transformación en la cultura corporativa. No obstante, para dar los primeros pasos hacia un enfoque que valore a otras personas, incluso más allá de la crisis del coronavirus, se deben considerar los siguientes cinco puntos de partida:
- Habla con tu plantilla
Averigua las preocupaciones, necesidades y dificultades de tus colegas en primera línea. Ponte en su lugar. Usa esta información como base para elaborar soluciones conjuntas. - Piensa en grande, empieza en pequeño
¿Existen ya medidas concretas que sean efectivas? Lleva a cabo pequeños proyectos piloto y evalúa la mejora. Desarrolla continuamente las medidas existentes para potenciar continuamente su eficacia. - "Perfecto" es el enemigo de "bueno"
Concede más importancia a los beneficios reales para la gente "allá afuera" que a las limitaciones organizativas y administrativas. Actúa de forma pragmática, porque es la única manera de esperar resultados rápidos que también convenzan a la dirección de la empresa. - El aprendizaje como un efecto secundario positivo
No pongas el foco en el aprendizaje, ayuda a los trabajadores esenciales a resolver sus problemas del día a día. De esta manera, la adquisición de competencia se producirá automáticamente. - El conocimiento se crea donde se necesita
Da apoyo a los equipos esenciales para que resuelvan sus problemas específicos con tu ayuda. Sé un socio competente y no sólo un proveedor de contenido de aprendizaje genérico. Ayuda a la gente a ayudarse.
Lleva el aprecio a la práctica
Aunque, individualmente, es posible que no estemos en condiciones de resolver problemas sociales fundamentales, todavía existen formas de mostrar el aprecio que merecen los trabajadores esenciales, ya sea a través de beneficios monetarios o teniendo en cuenta sus necesidades. Después de todo, no son sólo un "recurso", sino que tienen una importancia crucial para el funcionamiento de nuestra sociedad y sus empresas y esta idea debe convertirse en parte integrante de nuestra vida laboral diaria.