Aula Virtual: aprendiendo juntos a solas

Nada ha sido igual en el mundo del trabajo desde que comenzó la pandemia de la COVID-19. Según un estudio, el 60 por ciento de todas las empresas en Alemania ofrecen actualmente a sus empleados la opción de trabajar desde casa. Alrededor de dos tercios de los empleados que trabajan de forma remota desearían seguir haciéndolo en el futuro. Al mismo tiempo, algunas industrias quieren reducir el número de viajes de negocios que realizan hasta en un 80 por ciento a medio plazo. Los instructores y formadores se enfrentan así a la cuestión de cómo organizar la formación que ofrecen, cuando los espacios tradicionales para el aprendizaje en grupo ya no son una opción.

La respuesta más obvia a esta pregunta es: porque se cuenta con un aula virtual. De hecho, hay mucho que decir sobre el formato de aprendizaje digital porque se acerca más a la formación presencial tradicional, al tiempo que cumple con los requisitos del nuevo ambiente laboral. En ambos tipos de aula, virtual y real, los alumnos asisten a lecciones en vivo juntos y al mismo tiempo, lo que les permite contribuir e intercambiar ideas. Las aulas virtuales son casi idénticas a sus contrapartes del mundo real, excepto que todos están sentados frente a su ordenador en lugar de estar físicamente presentes.

Esto significa que los alumnos pueden asistir a cursos de formación en aulas virtuales desde su casa o desde cualquier otro lugar. Además, el aprendizaje digital es más fácil de integrar en el trabajo diario, ya que se puede llevar a cabo con poca antelación, sin tiempos de desplazamiento ni gastos de viaje. Sin embargo, la principal ventaja del aprendizaje en línea es que los cursos de formación virtual se ofrecen como varias unidades de aprendizaje cortas directamente en el lugar de trabajo o en un contexto de trabajo, lo que significa que los participantes pueden aplicar inmediatamente la experiencia que acaban de aprender en las condiciones del mundo real. Este es un enfoque más sostenible para impartir conocimientos, y la capacidad de probar rápidamente cosas nuevas en un contexto real hace que compartir habilidades prácticas sea mucho más efectivo.

Lo que diferencia a las aulas virtuales de otros formatos digitales es que utilizan métodos educativos y garantizan que los participantes aprendan juntos al mismo tiempo, de forma sincrónica, e interactúen entre sí o con el formador en tiempo real. Sin embargo, no se limitan solo al aula en concreto, como es el caso de los seminarios web, por ejemplo. Los casos exitosos de aulas virtuales combinan la formación en aulas virtuales (sincrónicas) con períodos de aprendizaje independiente (asincrónicos) supervisados por formadores o profesores. La ventaja es que los profesores son libres de responder a las consultas que se planteen en cualquier momento, ya sea como parte de una discusión conjunta con todos los participantes o durante un período de aprendizaje independiente. Esto significa que pueden corregir errores en una etapa temprana y adaptar el espectro de transferencia de conocimiento para satisfacer las necesidades de aprendizaje individuales. Al mismo tiempo, reciben valiosos comentarios de los participantes, que pueden utilizar al preparar la siguiente lección.

Otra característica de la formación en aulas virtuales es que es relativamente fácil de implementar. Simular un aula (completa, con pizarra), compartir pantallas o aplicaciones e integrar varias herramientas de comunicación son tareas sencillas gracias a las últimas tecnologías, ya sean soluciones de software comerciales como Webex y Adobe Connect o productos de código abierto como OpenMeetings. y BigBlueButton. Además de eso, la única tecnología requerida en el lado de los participantes es un ordenador o dispositivo con cámara web, auriculares y una conexión a Internet estable. Una vez que esto está resuelto, pueden sumergirse directamente en su lección digital.

1. Aclarar las necesidades de aprendizaje

Los alumnos están más motivados cuando realmente necesitan el material que se les enseña y pueden aplicarlo en su trabajo diario. Por lo tanto, es de suma importancia aclarar con anticipación qué es lo que de verdad necesitan (por ejemplo, mediante una encuesta) y preguntarles sobre sus expectativas y objetivos personales de aprendizaje al comienzo de una sesión de formación.

2. Utilizar una variedad de elementos

Las ayudas visuales juegan un papel especial en la enseñanza de las aulas virtuales, no sólo porque la capacidad de atención aquí es más corta que en la formación presencial, sino también porque los alumnos miran constantemente a la pantalla. Por lo tanto, cada curso debe estar estructurado en un formato multimedia siempre que sea posible y no contener demasiados elementos de texto. Algunas de las herramientas probadas y comprobadas incluyen:

• Uso compartido de pantallas o aplicaciones para controlar las pantallas de los equipos de los otros participantes y hacerlas visibles para todos
• Pizarra interactiva, que puede ser usada por todos juntos para escribir, dibujar o hacer mapas mentales
• Exámenes, encuestas, tareas de elección única o múltiple, ejercicios y pruebas para motivar a los participantes y consolidar lo que han aprendido

3. Diseñar y promover la interactividad

La comunicación no verbal se reduce al mínimo en las aulas virtuales. Esto hace que sea difícil para los formadores evaluar quién está y quién no está realmente concentrado durante las lecciones en línea. Por lo tanto, es muy importante hablar directamente con los participantes individuales de manera regular e involucrarlos activamente a través de preguntas abiertas, encuestas, cuestionarios o pruebas. Otras opciones para mantener a los participantes involucrados incluyen chats para interacciones espontáneas y salas de reuniones para trabajo intensivo en grupos pequeños.

4. Combinar el aprendizaje sincrónico y asincrónico

Cuanto más dure la lección virtual, mayor será el riesgo de que los participantes individuales pierdan el hilo y abandonen la sesión. Por esa razón, una sesión de aula virtual idealmente no debería durar más de 90 a 120 minutos. Los participantes aprenden de manera particularmente eficaz cuando se les ofrecen unidades de aprendizaje alternas sincrónicas y asincrónicas. Como parte de este concepto de aprendizaje combinado, cada participante puede repasar el contenido que ha aprendido en línea al completar tareas de transferencia y probar sus nuevos conocimientos en su lugar de trabajo. Y si surgen preguntas durante esta prueba práctica, se pueden discutir posteriormente, ya sea de forma individual o en grupo.

5. Repetir y consolidar

La repetición ayuda a los alumnos a internalizar el contenido de forma aún más eficaz. Cuando se combina con ejercicios prácticos y casos de uso realistas, permite a los alumnos transferir la teoría a la práctica de manera extremadamente eficiente, lo que puede reforzarse aún más revisando las grabaciones de algunos cursos específicos en línea.

La COVID-19 ha sacado a la luz las ventajas de las aulas virtuales. Con todas sus posibilidades, la formación en el aula virtual está configurada para ocupar un lugar importante en el aprendizaje corporativo junto a los formatos de aprendizaje previamente establecidos. Los responsables de aprendizaje y desarrollo deben hacer de las aulas virtuales un elemento permanente en su cartera de formación y servicios. Sin embargo, la formación presencial y el e-learning todavía tienen su lugar. Después de todo, el contenido determina el método de enseñanza y el concepto, no al revés.