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Plataformas de Experiencia de Aprendizaje (LXPs): ¿el nuevo deseo de aprender?

La realidad de muchas organizaciones es que las personas aprenden porque tienen que hacerlo, y no porque quieran. El objetivo de las plataformas de experiencia de aprendizaje es cambiar esta ideología, poniendo a los alumnos en el centro de los programas de aprendizaje y creando experiencias de aprendizaje personalizadas más en la línea de Netflix. Las personas responsables del aprendizaje siguen cada vez más el camino de las LXP. ¿Se equivocan?
17. Noviembre 2022
9 min
Klaus Kräft, Head of Learning Consulting, tts - knowledge matters. Klaus Kräft

Es una experiencia completamente nueva para los empleados. Los currículos estandarizados y la capacitación obligatoria ya no dictan lo que deben aprender sino que todo se reduce a sus propias necesidades personales y preferencias individuales. Los mundos personalizados de aprendizaje con contenido de una gran cantidad de fuentes que van desde Google Podcasts hasta videos de YouTube, sin mencionar las recomendaciones de colegas, están diseñados para alentar al personal a navegar y explorar, y para aumentar el entusiasmo por aprender. Esta es la promesa de las LXP. Comparado con un sistema de gestión de aprendizaje (LMS) convencional, representa un cambio de paradigma, uno que es muy necesario. ¿Por qué? Según Klaus Kräft, responsable del departamento de Learning Consulting de tts, la razón es que “los contenidos de aprendizaje que se ofrecen en las organizaciones apenas se utilizan”. Dada la necesidad cada vez mayor de aprendizaje continuo, esta es una verdad amarga difícil de aceptar, pero debería haberse previsto.

Muchas LMS todavía se enfocan exclusivamente en procesos administrativos. Se asignan las formaciones y se recopilan informes. Los gestores tienen la visión general y los KPI al alcance de la mano. Desde el punto de vista de la organización, es la solución perfecta. Sin embargo, siguiendo este método se ha descuidado vergonzosamente a los propios alumnos y su experiencia de aprendizaje. Las plataformas de experiencia de aprendizaje están dinamitando este sistema. Ya no se trata de que los gestores o los encargados de la capacitación asignen el contenido de la formación en un proceso de arriba hacia abajo. En cambio, la capacitación está impulsada por el alumno en el sentido de que los propios empleados pueden elegir qué ruta de aprendizaje tomar y qué contenido utilizar para adquirir conocimientos.

¿Qué es una plataforma de experiencia de aprendizaje?

El objetivo de los sistemas centrados en el alumno es alentar a los empleados a asumir la responsabilidad del desarrollo de sus propias habilidades, haciendo que su experiencia de aprendizaje sea positiva. Los sistemas ofrecen contenido de aprendizaje personalizado de una variedad de fuentes digitales, por ejemplo, de proveedores externos o recursos generados por los usuarios. En términos de la experiencia, los LXP atraen a los usuarios, gracias a una apariencia que ya les resulta familiar en otros aspectos de su vida cotidiana, como los servicios de streaming. Por ejemplo, los sistemas de recomendación inteligentes guían a los alumnos de manera rápida y eficiente hacia el contenido correspondiente, que puede enlazarse para formar itinerarios de aprendizaje personalizados. En este sentido, el gurú del aprendizaje Josh Bersin incluso habla sobre mundos de aprendizaje de Netflix.

Una vista general de las principales funcionalidades

Para empezar, una LXP admite formatos de aprendizaje que ya son familiares gracias a las plataformas LMS: cursos en línea, elearning y aprendizaje combinado, por ejemplo. Pero además de esto, también expande el ecosistema de aprendizaje. A diferencia de una plataforma LMS convencional, una LXP también utiliza nuevas tecnologías como la inteligencia artificial y funcionalidades como el aprendizaje social, el aprendizaje entre iguales y el aprendizaje móvil. El objetivo es diseñar una experiencia de aprendizaje que dé forma a los procesos y la capacitación de tal manera que los alumnos comprueben de primera mano la eficacia y el éxito del sistema, y esto, a su vez, los inspire a aprender más.

Las plataformas se caracterizan por tres elementos fundamentales:

  1. Mundos de aprendizaje personalizados basados en la IA: Las herramientas inteligentes ofrecen mundos de aprendizaje personalizados cuyo contenido los alumnos pueden utilizar a su antojo. A partir de los datos del usuario (por ejemplo, habilidades, interacciones y preferencias), se proporcionan ayudas individuales para el aprendizaje, como recomendaciones o enlaces a contenidos, ejercicios o tutoriales.
  2. Integración de contenidos externos: a través de tecnologías como la interfaz xAPI, se pueden integrar contenidos digitales procedentes de una amplia gama de fuentes, incluyendo proveedores de terceros como universidades, LinkedIn Learning o You Tube, así como contenidos generados por los usuarios.
  3. Interacción y aprendizaje social: los empleados pueden compartir, recomendar y comentar artículos, podcasts, vídeos, etc. y crear sus propias contribuciones para el aprendizaje entre iguales. Se pueden formar foros de expertos y grupos de aprendizaje, y los usuarios pueden conectarse en red mostrando quién ha aprendido o visto qué.

Un diseño centrado en el usuario hace que la oferta sea fácilmente accesible. Se puede acceder a los contenidos digitales con unos pocos clics. El aprendizaje móvil también es posible. Esto da a los alumnos la libertad de aprender donde quieran.

Comparación: LMS vs. LXP

Ambas plataformas tienen como objetivo dar soporte a los empleados para que mejoren sus habilidades, conocimientos y saber hacer de acuerdo con las necesidades de la empresa. Pero hay diferencias significativas. Esta tabla muestra una breve comparación de los dos sistemas digitales:

Learning Management System Learning Experience Platform
Centrado en la administración y el cumplimiento (gestión del aprendizaje) Los alumnos y su experiencia de aprendizaje se sitúan en el centro (diseño de la experiencia de aprendizaje)
El aprendizaje se impulsa a través de la oferta obligatoria: los contenidos de formación y aprendizaje están estandarizados y asignados  Se promueve el aprendizaje a través de una oferta personalizada: los contenidos de aprendizaje se adaptan a las necesidades, intereses y habilidades individuales; los alumnos deciden por sí mismos qué contenidos utilizar
Itinerarios formativos lineales y predefinidos Itinerarios formativos individuales y autodirigidos
Ecosistema de aprendizaje impulsado por los gestores de la formación Ecosistema de aprendizaje impulsado por el usuario
Oferta de aprendizaje basada principalmente en fuentes internas Aprendizaje multiplataforma con fuentes internas y externas
Los empleados asisten a la formación porque es obligatoria, no necesariamente porque sea beneficiosa para su trabajo diario La llamada al aprendizaje se genera por la motivación intrínseca, ya que los alumnos pueden acceder a demanda exactamente al contenido de aprendizaje que les resulta útil
Promueve el aprendizaje único Promueve el aprendizaje continuo

Conclusión: las plataformas LMS ayudan a las empresas a organizar y gestionar las necesidades de aprendizaje y las oportunidades de formación de sus empleados. En comparación, las LXP no consisten en una gestión perfecta del aprendizaje, sino en el diseño de experiencias de aprendizaje positivas (learning experience design), lo que la convierte en una herramienta eficaz para el aprendizaje continuo.

¿Competencia o coexistencia?

Las LXP han revolucionado el mundo del aprendizaje corporativo. “En lugar de simplemente reemplazar una plataforma con la otra, existe una tendencia creciente a combinar las capacidades y fortalezas de ambas”, explica Kräft. Las dos plataformas de aprendizaje suelen funcionar en paralelo. En estos casos, se sigue ofreciendo formación reglada (obligatoria) en la plataforma LMS, mientras que la LXP ofrece opciones formativas complementarias y más libres. Otras organizaciones integran toda su cartera de aprendizaje en una LXP para que esté disponible de forma centralizada a través de una interfaz de usuario intuitiva y de vanguardia.

¿Cómo puedo encontrar la plataforma adecuada?

Muchos proveedores ahora se han subido al carro de sus competidores. Los proveedores de LMS establecidos están contratando especialistas en LXP o realizando actualizaciones funcionales para que puedan cubrir tanto LMS como LXP. Del mismo modo, algunos proveedores de LXP afirman que su sistema de plataforma de experiencia también ofrece funciones de LMS. “Todo esto enturbia aún más las aguas en un mercado que, para empezar, era diverso, especialmente porque muchos LXP varían mucho en términos de enfoque y alcance funcional. Para muchas organizaciones, esto hace que la decisión de elegir la plataforma de experiencia de aprendizaje adecuada sea más difícil”, señala Kräft.

Según su experiencia, es aconsejable aclarar primero el objetivo. ¿Qué queremos conseguir: un mejor aprovechamiento de las oportunidades de aprendizaje, una transferencia de conocimientos más eficaz o una mayor facilidad en el suministro de contenidos? El requisito concreto se deriva del objetivo correspondiente. También es útil definir roles: alumnos, administradores, gestores y responsables de la formación continua. Se crean historias de usuario para cada rol para ilustrar cómo el software debe apoyar a cada uno de ellos. Por ejemplo, los formadores quieren tener la capacidad de compilar programas de aprendizaje combinado con un aporte mínimo. Mientras tanto, los usuarios finales quieren poder compartir o recomendar contenido digital tan rápida y fácilmente como lo hacen en las plataformas de redes sociales. Las historias de usuario dan lugar al catálogo de requisitos funcionales para la selección del sistema.

¿Cómo introduzco una LXP?

Una LXP no sólo cambia la experiencia de aprendizaje de los empleados, sino también, en el mejor de los casos, el paradigma de aprendizaje de una empresa, que se vuelve más ágil, adaptativo. Esto supone una gran cantidad de nuevas tareas para los gestores de la formación, además de las relacionadas con la implementación técnica:

  • Concepto editorial: tanto el contenido de aprendizaje como los metadatos correspondientes deben definirse considerando cuestiones tales como para qué niveles de habilidad es adecuado el contenido (principiante o experto) o qué tipos de medios digitales están involucrados (video, documento, podcast).
  • Fuentes de contenido: hay que aclarar qué fuentes internas y externas se van a integrar y qué interfaces son necesarias para ello.
  • Concepto de rol: los permisos y las tareas deben estar distribuidos.
  • Comunicación y gestión del cambio: ¿cómo presentamos la nueva plataforma? ¿Cuándo estarán disponibles los contenidos de aprendizaje? ¿Cómo comunicamos qué a las partes interesadas?

La experiencia de aprendizaje es más que la tecnología

Una nueva tecnología por sí sola no garantiza la transición a una cultura de aprendizaje ágil y flexible. También se necesitan otras cosas. “Podemos ver que las organizaciones necesitan medidas de apoyo si quieren cambiar con éxito la manera en que se lleva a cabo el aprendizaje y que está arraigada”, explica Kräft. Un factor clave para ello consiste en mejorar las habilidades del personal en términos de sus capacidades de autoaprendizaje y alentarlos a hacer disponible el conocimiento por sí mismos. Formatos como cuestionarios competitivos o clasificaciones que muestran quién está contribuyendo con la mayor cantidad de contenido o consejos de expertos, por ejemplo, pueden incentivarlos a hacerlo. Los usuarios experimentan reconocimiento y esto los motiva aún más. “Para que una LXP despegue y tenga éxito a largo plazo, se necesita un cambio de mentalidad. Para las organizaciones, esto significa perseverancia y trabajo constante, incluso después de la implementación”, explica Kräft.

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